top of page
Capullo

Capullo

Casa Anáhuac

 

Carolina Paz Muñoz

 

1. m. Envoltura de forma oval dentro de la cual se encierra, hilando su baba, el gusano de seda para transformarse en crisálida

2. m. Manojo de lino cocido, cuyas hebras se anudan por las puntas o cabezas. 

RAE

 

El cuerpo experimenta variados cambios en sus etapas de desarrollo, algunos relacionados directamente con el crecimiento físico y otros con la apertura de la conciencia, la adquisición de experiencias y conocimiento en relación a la realidad propia. La clasificación y categorización que rodea nuestro devenir como cuerpos humanos ha sido de utilidad para la comprensión y la construcción identitaria tanto individual como cultural. Pero también han hecho surgir diferentes desasosiegos a muchas personas que no logran dejar de percibir un enrarecimiento de su existencia.

Jean-Luc Nancy menciona este padecer en el indicio número diez de su Libro “58 Indicios Sobre El Cuerpo” en el cual relaciona ese padecer a la simbiosis que existe entre un alma y el cuerpo. “El cuerpo es también una prisión para el alma. Allí purga una pena cuya naturaleza no es fácil de discernir, pero que fue muy grave. Por eso el cuerpo es tan pesado y tan penoso para el alma. Necesita digerir, dormir, excretar, sudar, ensuciarse, lastimarse, caer enfermo”

Dicho pesar lo relaciona directamente con las afecciones y las necesidades que ser cuerpo conlleva. No hay que olvidar que el enrarecimiento y sentimiento de pesar no solo provienen de esa relación cuerpo-cárcel si no que está directamente relacionado con nuestro entorno y la socialización con otros cuerpos.

El contexto y los regímenes sociales se vuelven una carga difícil de sobrellevar como personas con un cuerpo. Sumado a las exigencias y deberes impuestos de los cuales muchos intentan revelarse y romper con conceptos establecidos que ya no tiene validez o que solo sirven para impartir la opresión.

La Libertad está condicionada por nuestro habitar y por la experiencia de vida, pero por sobre todo por nuestra concepción del mundo, la propia perspectiva de la realidad aparente.

La Obra CAPULLO intenta reflexionar sobre la naturaleza del cuerpo en un estado intermedio de mutación donde la contención es representada por el propio cuerpo de la artista que en un intento ritual busca una nueva perspectiva de la propia realidad y compartir esa experiencia con el espectador.

La performance se divide en tres etapas y en su configuración no busca pretensión alguna más que reflexionar sobre un estado del cuerpo.

La 1º etapa es la construcción del capullo en base al mismo cuerpo, dicha etapa busca representar todo aquello adquirido que nos permite construir un capullo identitario como refugio social para la subsistencia, un código lingüístico y una noción de la realidad mediante el ejercicio de coser. Dicha actividad tan relacionada con el cotidiano y con la herencia femenina no solo es significante del hilvanado de pensamientos si no de como dicho pensamiento genera construcción por ende cultura.

La 2° etapa es un estado de espera, una vez ya terminada la construcción del capullo de visillo, la artista permanece en esté, a la espera, con ligeros movimientos, dicha etapa se relaciona directamente con el significado de la palabra capullo como aquel estado intermedio entre un determinado estado de nuestro ser a otro, “Que está en sus comienzos y ya muestra lo que puede llegar a ser”.

Por último, la 3° etapa, pretende revelar al espectador la necesidad de resurgir del capullo construido, (entendiendo que este capullo es toda la carga simbólica y social que hemos construido para nuestro cuerpo), este resurgimiento puede o no tener una nueva perspectiva de la realidad, pero si logra poner en pie que todo aquello que llamamos propio no es más que una apropiación continua de un estímulo externo, entendiendo eso quizás sea posible aliviar la carga de un cuerpo sometido a prejuicios y devenires.

 

bottom of page